ENCUENTROS Y CONVERGENCIAS

Excrituras Artísticas y Goces Transdiscursivos

La Línea de Investigación "Excrituras Artísticas y Goces Transdiscursivos" de la Maestría en Estudios Artísticos de la Facultad de Artes ASAB de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, presenta Encuentros y Convergencias, un evento en el que se socializan los avances de sus investigaciones-creaciones.

Este encuentro es una invitación hecha por el grupo de Cultura Democrática y Género de la Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad Distrital. Será la oportunidad para retroalimentar todos los proyectos investigativos.

Encuentros y Convergencias y tendrá lugar el día 21 de mayo en el Aula 103, Sede Macarena A, de 12:00 M a 2:00 p.m.

Los profesores Juan Fernando Cáceres, Adrían Gómez y Jorge Peñuela, son los docentes responsables de coordinar los tres núcleos de la Línea, para luego dialogar con la comunidad. 

Núcleos problémicos:

Desde las excrituras y los transdiscursos de los cuerpos:

Revelaciones del deseo y el placer dentro de los cruces del arte y la cultura.

Deconstrucciones de las identidades y cconstrucción de diferencias y peroducción de subjetividades.

Manifestaciones  de contrasumisión y disidencia.

El goce como estrategia creativa.

Desde las excrituras y los transdiscursos de los colectivos:

Irrupciones disonantes de la existencia y sus contextos.

Desplazamientos de la intersubjetividad, el agenciamiento y la compartición.

Desbordamiento pluridireccional de las realidades.

Desde las excrituras y los transdiscursos del arte:

Acciones artísticas, acciones políticas.

Performance relacional y colectivo.

El fracaso como detonante de creación.

Indisciplinariedad y contraacademia.

La línea de investigación Excrituras Artísticas y Goces Transdiscursivos explora lenguajes poéticos y prosaicos, relacionando prácticas artísticas con problemas culturales, sociales y políticos. Se localiza en la noción de cuerpo originario y pulsional, el cual se concibe como lugar de escritura en demanda de excritura, de un espacio abierto a la producción de conocimientos diversos que sobrepasan tanto a la práctica del artista como al ejercicio académico.

A través de las luchas, el ser humano desafía signos y configura espacios de ruptura, disonancia y libertad. Sus gestos se confrontan, se comparan y se discuten permanentemente dentro de un ámbito artístico y académico expandidos, propuestos con base en nuevas nociones de obra de arte y de realidades sociales y políticas no hegemónicas.

La excritura artística de la existencia se constituye, entonces, en el punto de partida de procesos de creación-investigación que propician la inclusión y permiten simultáneamente la exploración de otros cuerpos, así como la reconstrucción de narrativas de vida. Con esta práctica transdiscursiva, se realiza un retorno a las (re)presentaciones prosaicas y elementales, ya que, para toda poética, lo prosaico es lo que merece más atención.

La línea de investigación Excrituras Artísticas y Goces Transdiscursivos se para sobre la noción de un cuerpo originario que se presenta al mundo como un instrumento de conocimiento y que sobrepasa al artista y al académico mismo. El hombre y su animalidad configuran discursos que se confrontan, se comparan y se discuten  en un ámbito de nuevas nociones de obra de arte y de realidad. Los gestos primarios de dichos cuerpos permiten la reconstrucción de una narrativa de la vida y un retorno a las (re)presentaciones prosaicas y elementales, ya que todo es digno de atención.

A través de la confrontación directa, se propone la democratización de las ideas y sus representaciones en la cultura y la sociedad, usando las prácticas artísticas como una herramienta capaz de ser escuchada, pero siempre en disonancia. La acción y el gesto son fundamentales para el desplazamiento de la actividad artística, con el fin de comprometer las prácticas de la intersubjetividad, la compartición y, por qué no, la creación colectiva. Si el arte pertenece hoy en día al dominio de la realidad, esta última lo desborda por todas partes. Hay, entonces, que investir la realidad, es decir, explorar territorios más vastos que los del arte mismo.